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"Frozen: el reino del hielo", un nuevo y refrescante clásico de Disney


A finales de la década pasada parecía que, definitivamente, Pixar (propiedad de Disney) le había ganado la partida a la histórica compañía de animación, que se había dedicado a realizar secuelas de sus grandes éxitos y que, como era lógico, acababan en fracasos. Su "aliada" tampoco se lo ponía fácil, pues su notable racha iniciada con 'Buscando a Nemo' pasando por 'Los Increíbles' o 'Ratatouille' acabó elevándose a un nivel inalcanzable con 'Wall.e', 'Up' y 'Toy Story 3'.

Pero, como en un cuento de hadas, algo extraño ocurrió: los papeles de ambas compañías parecieron intercambiarse. El flexo andante dejaba de lado su incesante imaginación para producir la secuela 'Cars 2', una acumulación de ideas ya vistas sobre una joven guerrera al más puro estilo "princesas Disney" con 'Brave', y finalmente la precuela 'Monstruos University'. Disney, por su parte, acabó con la animación tradicional para pasarse al 3D desarrollado originariamente por Pixar, y volvió a contarnos historias ambiciosas y refrescantes con 'Enredados' y '¡Rompe-Ralph!'. Finalmente, 'Frozen' restablece a la compañía del ratón en un lugar eminente en el cine de animación americano, atreviéndose a desafiar en esta próxima entrega de los Óscar a la todopoderosa Ghibli.


Y es que 'Frozen' es un clásico instantáneo, que fácilmente se sitúa en el seno de las más emblemáticas historias de princesas de Disney. Basándose en la historia de Hans Christian Andersen "La reina de las nieves", el alarde visual del que es capaz de presumir esta cinta es inconmensurable. La ternura de sus personajes se transmite con simpatía al espectador, que queda maravillado por su encanto. Comprobamos con satisfacción que los tópicos que parecen que van a producirse se derriten, todo se vuelve inesperado. Los protagonistas transmiten las buenas intenciones propias de este tipo de cine, además que sus secundarios logran gags cómicos que no acaban cayendo en el ridículo.


Las dos hermanas protagonistas encarnan los valores de la historia: la soledad y el aislamiento del mundo exterior, que desemboca en el alejamiento de nuestros seres queridos, termina siendo un alegato en favor del calor humano, de la cercanía entre las personas y el sacrificio por los que queremos. La banda sonora añade luz y color a una película en la que quedarse en blanco es una preciosa virtud. El género de princesas se ha revolucionado, ya no esperan a un príncipe que les salve, si no que se calzan botas y guantes para adentrarse ellas mismas en la crudeza de una aventura anticongelante.

Nota: 7+/10

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