Una vez terminado el año, ha llegado la hora de echar la vista atrás y hacer un repaso de los mejores estrenos que hemos tenido en nuestro país a lo largo de los últimos doce meses.
25- Antes del anochecer, de Richard Linklater
24- La gran belleza, de Paolo Sorrentino
23- Capitán Phillips, de Paul Greengrass
22- Ernest y Célestine, de B. Renner, S. Aubier y V. Patar
21- Rush, de Ron Howard
20- Bestias del sur salvaje, de Ben Zeitlin
19- Paraíso: Fe, de Ulrich Seidl
18- Frozen: el reino del hielo, de C. Buck y J. Lee
17- Una familia de Tokio, de Yôji Yamada
16- De tal padre, tal hijo, de Hirokazu Koreeda
15- Django desencadenado, de Quentin Tarantino
14- No, de Pablo Larraín
13- Don Jon, de Joseph Gordon-Levitt
12- The Act of Killing, de Joshua Oppenheimer
11- La vida de Adèle, de Abdellatif Kechiche
10- Paraíso: Amor, de Ulrich Seidl
La primera parte de la trilogía Paraíso narra la aventura de una madura austríaca en turismo sexual por Kenya. La cinta está dotada de un realismo tal que el espectador viaja hasta el país africano y se vuelve testigo de un mundo mísero y decadente, de unos actos desposeídos de ningún tipo de sentimiento verídico más allá del interés de ambas partes, uno el de conseguir dinero fácil procedente de la caridad europea, y otra que termina gustándose en su condición social como dueña de hombres que se arrodillan ante su cuerpo imperfecto.
9- Searching for Sugar Man, de Malik Bendjelloul
Si hubiese sido una película de ficción en lugar de un documental hubiera resultado difícil de creer. El artista revelación de 2012 es, ni más ni menos, Sixto Rodriguez, un talentoso músico desconocido de finales de los 60 que nunca dio el salto a la fama en EEUU. Inexplicablemente, en la otra parte del mundo, en Sudáfrica, sus canciones aún resuenan en los corazones de una sociedad que le recuerda gratamente por haberles inspirado en su lucha contra el Apartheid. Sus admiradores tratarán de desentrañar el misterio sobre su olvidado ídolo.
8- Los niños lobo, de Mamoru Hosoda
Podría definirse como un heredero híbrido animado entre Mi vecino Totoro y La princesa Mononoke. Una madre japonesa se ve obligada a abandonar la ciudad y trasladarse al campo por el bien de sus hijos, engendrados con un Hombre Lobo, frutos de una relación de amor juvenil que recuerda con cariño y nostalgia. Serán los jóvenes quienes decidan quiénes quieren ser cuando crezcan, a caballo entre la sociedad y la naturaleza, sin olvidar que su destino podría verse limitado a solo uno de esos dos mundos.
7- La noche más oscura, de Kathryn Bigelow
La película que narra la cacería humana de Osama Bin Laden por parte del ejército estadounidense, acogiéndonos a la visión de los hechos que nos cuentan desde un precavido escepticismo, es un potente drama filmado con pulso firme y acción contenida. Los acontecimientos se suceden con una brutalidad atroz, detallada e impune, que intenta convencernos constantemente de que lo sucedido podría no diferenciarse demasiado a las peores torturas imaginables.
6- Lore, de Cate Shortland
El drama sobre unos niños de familia nazi que escapan de su hogar tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial podría no ser tan interesante si no hubiese tenido a Saskia Rosendahl como protagonista y a Cate Shortland como directora para dar forma a una película intensa y oscura, que no busca defender a vencedores ni vencidos, si no transmitir la cara oculta de un conflicto en el que los soldados no son las únicas víctimas de las represalias a los derrotados.
5- La caza, de Thomas Vinterberg
Se presenta como el paradigma del escepticismo, del error humano, de los prejuicios que, si bien han servido para prevenirse de actos crueles, también con la misma crueldad la especulación de los mismos es capaz de hundir a personas inocentes que, ni con todas las pruebas del mundo son capaces de hacer cambiar la opinión que la sociedad ya ha formulado sobre ellos. Mads Mikkelsen está espléndido como presunto culpable de pederastia.
4- 12 años de esclavitud, de Steve McQueen
McQueen reúne bajo su impecable dirección todos los requisitos necesarios para realizar una obra maestra. La ambientación sureña y los actores recrean las circunstancias del régimen esclavista norteamericano en el preludio de la Guerra Civil estadounidense. Chiwetel Ejiofor es virtuoso de la música que es enviado a los campos de algodón como esclavo. Sin embargo, su agudeza intelectual y su no resignación a perder su dignidad humana le dan las fuerzas necesarias para no desfallecer en su intento de escapar.
3- Gravity, de Alfonso Cuarón
Lo que Cuarón consigue en su nueva película es mucho más que un guión discutible y unas actuaciones sencillamente aceptables. Gravity es una experiencia cinematográfica original y genuina, en la que su director no encuentra límites a la hora de dar rienda suelta a su innegable talento. Nunca antes a los terrestres normales y corrientes se nos había brindado una oportunidad tan tentadora de viajar al espacio sin movernos de nuestra butaca.
2- Amor, de Michael Haneke
La crónica sobre la vejez más dolorosa pero veraz desde Cuentos de Tokio (1953). Haneke culminó un 2012 absolutamente triunfal (Palma de Oro, Premios de Cine Europeo, Óscars, Globos de Oro, BAFTA, e incluso Príncipe de Asturias) gracias a una de sus mejores películas, y quizás la más sencilla de toda su filmografía. El ocaso de la vida de dos ancianos músicos se nos muestra con la particular frialdad del director europeo, que rechaza todo tipo de sensacionalismo para ocultarnos tras cada uno de sus planos el trágico y silencioso advertimiento de la enfermedad y la muerte.
1- The Master, de Paul Thomas Anderson
Parece que no me cansase de hablar de esta obra maestra contemporánea de la mano de un extraño director americano que nos trae reminiscencias de un pasado dorado del cine. Todo me resulta fascinante en una película en la que la dirección, la fotografía, la música y las interpretaciones están destinadas a causar en el espectador un sentimiento extraño, casi onírico, desconcertante y desquiciante, que se conecta directamente con nuestro subconsciente. La misteriosa Iglesia de la Cienciología no podría haber sido descrita de una manera más certera.
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